
Hay días en los que me siento presa del mal gusto. Camino por las calles preguntándome cuándo daré el gran paso.
Pero decidirme a triunfar tiene su precio. Muchas veces no me siento lo suficientemente convencida para empeñar mis pocos sueños por conseguirlo.
Entonces deambulo por la ciudad buscando un incentivo, algo que marque mi camino de ahora en mas... y lo encuentro.
Decido ser un poco "ella". Decido caminar en su misma dirección. Buscar su estilo para hacerlo mío. Vestirme igual y hablar parecido.
De a poco me voy acercando. La transformación es lenta pero segura. Así pasan los días y voy aceptando de a poco mi nueva identidad.
Entonces... Reacciono. Un espejo. Y me devuelve la vida.
La mujer que persigo hace días, soy yo. Sonrío y me dejo ganar. Porque ya lo hice.