viernes, 27 de junio de 2008

Enmudecida


Tenés esa facilidad de dejarme muda frente a tus palabras... me encuentro desprovista de argumentos que permitan seguir la charla, porque en un segundo decidiste callarme el alma.
Y es que cuando siento la fuerza de tus palabras, formas un nudo de emociones que aunque cuesta desenmarañar, deja un sabor dulce cuando las dejo decantar.
Porque así sos: impredecible como el tiempo y profundo como el mar.

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