
Que increíble pensar que desde que nací soñe con este momento.
Cuando conoces gente nueva, vas plasmando tus sueños en otros y tratando de buscarle la vuelta para que engarce. Pero no. La calesita de la vida (como la llamo yo) se encarga de subirte en una vuelta que no para. Te deja tumbada en el suelo, con alegría de haber participado de la ronda.
Hoy sentí que durante mucho tiempo, estuve coleccionando estampillas que no llegarían a nada. Un giro repentino, una invitación inesperada, un lugar insólito y dos almas encontradas dieron vuelta otra vez el tablero de la vida.
Giramos en nuestros propios cabezales. Buscamos la forma de acoplarnos mutuamente; a veces con enojos y otros con risotadas. Lo cierto es que nos acoplamos. Supimos ver en el otro la alegria de estar juntos. Y con esa premisa compartimos mas de 4 años años juntos.
Y hoy con una sonrisa te digo: SI, QUIERO.
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