
Me pregunto qué pasaría si un buen día, en un acto de rebelión los signos de puntuación decidieran armar una querella a la escritura.
Determinaran cortar los caminos de la lectura ágil, por otros mas lentos y confusos.
"La gente ya no nos tiene en cuenta" argüirían
Y sí. Tendrían razón. Con el desparpajo del pasado y la urgencia del futuro, las personas no les prestan atención. Así pues olvidan su importancia y dejan esotéricas sus tertulias.
Por eso es mejor tener cuidado y volver al principio. Escribir despacio y con entendimiento. De lo contrario así leeríamos este cartel:
Comillas venga a pasear coma a beber coma a comer coma y a bailar punto y coma todos sean bienvenidos punto
Difícil, ¿No?
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